Pura Rosa del Carmen Olmos: clausura fase diocesana
Tras varios años de trabajo, el viernes 16 de agosto en horas de la mañana, se realizó la sesión de clausura de la fase diocesana del proceso de canonización de la Sierva de Dios Pura Rosa del Carmen Olmos, religiosa profesa de las Hermanas Carmelitas de Santa Teresa de Jesús (Arg). La ceremonia, realizada en el Palacio Arzobispal de la Ciudad de Córdoba, fue presidida por el S.E.R Mons. Ángel Sixto Cardenal Rossi, Arzobispo de Córdoba y el Vicario de Justicia de la arquidiócesis, Pbro. Lic. Osvaldo Morero. Asistieron también los miembros del tribunal de la causa, el Delegado Episcopal Pbro. Eduardo Casas, el Promotor de Justicia Pbro. Lic. Roberto Giardino, el Notario Prof. Pablo Gómez y el Postulador de la Causa Mons. José María Arancibia, Obispo emérito de Mendoza.
Antes de comenzar, las pruebas documentales y testificales del proceso fueron colocadas en cajas a la vista de todos, para ser entregadas al Dicasterio de las Causas de los Santos en la Sede Apostólica. Durante la sesión la Superiora General de la Congregación de Hermanas Carmelitas de Santa Teresa de Jesús (Arg.) Madre Gabriela Rizzi, representado la parte Actora del proceso, hizo presente la figura de la Sierva de Dios. La Hermana Purita nació en el paraje La Cañada (actual Villa Giardino) Provincia de Córdoba el 26 de febrero de 1896. En 1917 ingresó al postulantado del Instituto, donde profesó el 29 de diciembre de 1926. En la congregación desempeñó numerosos servicios como el de maestra de novicias, superiora local, ecónoma y consejera general. Y también los oficios de enfermera, proveedora, y portera, en las distintas casas del Instituto. Tras una breve enfermedad, falleció en Córdoba el 28 de julio de 1965, a los sesenta y nueve años de edad. La causa de beatificación fue iniciada en el año 1996. Madre Gabriela señaló que: “La Sierva de Dios vivió como heredera de la obra y el espíritu de Fray José Antonio de San Alberto fundador de nuestra familia religiosa. Su vida estuvo marcada por la entrega generosa en clave de misericordia, de ternura y compasión hacía todos”. Así mismo Madre Gabriela destacó que: “En tiempos de sinodalidad, esta humilde Sierva de Dios, resplandece -con su serena sencillez evangélica- caminando junto a otros, e inspirando nuestro camino común, como Iglesia; por lo cual, sería una gracia especial, para todo el pueblo de Dios, el reconocimiento de su vida virtuosa”. Por su parte el Cardenal Rossi realizó una breve semblanza de la figura de la Sierva de Dios recordando su disponibilidad, servicio y cercanía: “Era muy amiga de los pobres, y era la que estaba siempre y a toda hora disponible” señaló Rossi, quien se mostró muy agradecido por el trabajo realizado durante esta fase del proceso.
Acto seguido el Sr. Arzobispo recibió el juramento de los miembros del Tribunal de Instrucción que declararon haber cumplido fielmente su oficio observando las normas vigentes. Para finalizar el Cardenal Rossi leyó el decreto de clausura y mandó que el acta de la sesión, firmadas y selladas se incluyan tanto en los originales, como en el trasunto y la copia pública que han de enviarse al Dicasterio para las Causas de los Santos. Finalizada la sesión, las Hermanas Carmelitas de Santa Teresa ofrecieron un brindis para celebrar la feliz ocasión.
A partir de ahora se inicia la fase romana del proceso, que tendrá como primer paso recibir las actas, darles validez jurídica y comenzar la redacción de la “Positio”, como pasos necesarios para obtener el decreto de Vitudes Heroicas, y que la Sierva de Dios, sea reconocida como Venerable.
Para contactarse con las Hermanas: moc.liamg@atirupanamreh